miércoles, 26 de enero de 2011

...La otra cara de los circos...

¿ De verdad es necesario hacer sufrir a los animales para nuestro entretenimiento?
Los circos deberían ser compatible con el respeto hacía otros seres vivos y sus derechos, y no lo son.




En los circos no todo es felicidad, existe otra cara totalmente opuesta a la que nos hacen ver.
Los animales que utilizan los circos son animales salvajes en cautividad y su comportamiento está lleno de características anormales como automutilaciones, morder los barrotes de la jaula, etc.



Cuando no están actuando, los animales pasan todo el día encerrados en jaulas que limitan mucho su movimiento en la que comen y hacen sus necesidades. Además viajan en camiones y van a sitios en los que a veces las condiciones climatológicas no son las adecuadas de su hábitat. 
Esto supone un maltrato desde el punto de vista ético.



Estos animales sufren maltrato en el entrenamiento para las actuaciones, les extirpan las garras a los felinos para evitar accidentes, los incisivos a los chimpancés, y además usan varas, palos y látigos.


El público infantil se siente atraído hacia estos espéctaculos por poder observar a estos animales en vivo y no son conscientes del sufrimiento de estos animales, pero los adultos deberían darse cuenta o querer darse cuenta. La educación que se le da al niño es la del poco respeto que tienen hacia los animales y la privación de su libertad y sus costumbres.




Cada vez son más los países que prohíben los circos con espectáculos animales: como Canadá, Finlandia, Suiza, Suecia, Dinamarca, o ciudades como Río de Janeiro (Brasil).



Por todo ello Ecologistas en Acción pide un circo sin animales y que no se pague con dinero el maltrato animal solamente para nuestra diversión.

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