¿ De verdad es necesario hacer sufrir a los animales para nuestro entretenimiento?
Los circos deberían ser compatible con el respeto hacía otros seres vivos y sus derechos, y no lo son.
En los circos no todo es felicidad, existe otra cara totalmente opuesta a la que nos hacen ver.
Los animales que utilizan los circos son animales salvajes en cautividad y su comportamiento está lleno de características anormales como automutilaciones, morder los barrotes de la jaula, etc.
Cuando no están actuando, los animales pasan todo el día encerrados en jaulas que limitan mucho su movimiento en la que comen y hacen sus necesidades. Además viajan en camiones y van a sitios en los que a veces las condiciones climatológicas no son las adecuadas de su hábitat.
Esto supone un maltrato desde el punto de vista ético.
Estos animales sufren maltrato en el entrenamiento para las actuaciones, les extirpan las garras a los felinos para evitar accidentes, los incisivos a los chimpancés, y además usan varas, palos y látigos.
El público infantil se siente atraído hacia estos espéctaculos por poder observar a estos animales en vivo y no son conscientes del sufrimiento de estos animales, pero los adultos deberían darse cuenta o querer darse cuenta. La educación que se le da al niño es la del poco respeto que tienen hacia los animales y la privación de su libertad y sus costumbres.
Cada vez son más los países que prohíben los circos con espectáculos animales: como Canadá, Finlandia, Suiza, Suecia, Dinamarca, o ciudades como Río de Janeiro (Brasil).
Por todo ello Ecologistas en Acción pide un circo sin animales y que no se pague con dinero el maltrato animal solamente para nuestra diversión.
miércoles, 26 de enero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
Ponys de feria: Tú te diviertes, él sufre
La feria...ése sitio en el que todo el mundo se lo pasa bien, se divierte, bebe y va para pasar un rato con la gente que quiere y para montarse en las atracciones...atracciones como los ponys. ¿ Es esto también una atracción ?.
A nosotras nos gustaba de pequeñas, igual que a la mayoría de los niños pequeños, montarnos en los ponys sin darnos cuenta de lo que sufren estos animales. Éramos tan inocentes que pensábamos que era bueno porque nos gustaban los animales y así los teníamos cerca.
Pero ahora que ya somos conscientes de lo mal que lo pasan, lo vemos con otros ojos. Nos preguntamos cómo puede ser legal y cómo mucha gente sigue pagando para que sus hijos se monten sin darse cuenta de esto:
- Dar vueltas: Forzar a un animal, en este caso a un pony, a dar vueltas durante horas, 3 vueltas por minuto, si calculamos.. este hecho debería ser suficiente para que no se permitiese esta atracción, por conllevar a la fatiga y agotamiento extremo del animal.
- La música: en la feria la música está muy alta y cada atracción tiene sus propios altavoces, los ponys tienen estar cerca de los mismos todo el día. Los ponys tienen unos oídos muy sensibles, y la música tan alta les produce estrés y sordera, por lo que se les añade el sufrimiento de estar así todo el día.
- Enfermedades: La silla de montar suele ser mala, esto les produce desviación de columna. Debe doler que se te suban a la espalda si la tienes desviada.
- Luces: las luces de la atracción les puede causar ceguera.
- Trastornos: el hecho de que cuando deberían llevar horas durmiendo según su ritmo natural, estén dando vueltas en círculos, dentro de un circuito cerrado durante horas, con un ritmo fijo, con la música muy alta, con luces mareantes, cansancio, dolores vertebrales y con niños y niñas pegandoles patadas en los costados para que vayan más rápido cuando la misma atracción se lo impide... debe ser espantoso.
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