miércoles, 15 de junio de 2011

La historia de Laika

Laika era una perra callejera mestiza que vivía en Moscú, pesaba unos 6 Kg y tenía 3 años de edad que fue capturada para el programa espacial soviético donde fue entrenada para los objetivos de la misión junto con otros dos perros ( Albina y Mushka ).

Esta misión requería una atención especial al entrenamiento de estos perros ya que la duración de vuelo exigía que los animales estuviesen adaptados a estar en un espacio pequeño durante mucho tiempo.
Albina fue lanzada dos veces en un cohete para probar su resistencia a las grandes alturas y Laika fue la elegida para la misión orbital.

El entrenamiento de estos perros consistía en acostumbrar a los perros a un espacio pequeño, ruidos, vibraciones y aceleraciones. 

La adaptación al pequeño espacio de la nave, requirió que permanecieran en sitios cada vez mas reducidos por espacio de hasta 20 días. Este confinamiento forzado provocó alteraciones en las funciones excretoras de los animales empeorando su condición física en general.
Laika fue colocada en la nave ( Suptnik 2 ) el 31 de octubre de 1957, tres días antes del lanzamiento. 
El día del lanzamiento se limpió el pelaje de Laika con etanol y le pintaron con yodo las partes donde Laika iba a llevar sensores para vigilar sus funciones corporales.
La nave fue lanzada el 3 de noviembre. Al alcanzar la máxima aceleración despues del despegue el ritmo respiratorio de Laika aumentó cuatro veces por encima de lo normal y su frecuencia cardíaca pasó de 103 a 240 latidos por minuto. Cuando alcanzó la órbita, la parte de la nave que tenía que desprenderse no lo hizo por lo que parte del aislamiento térmico se desprendió y la temperatura interior subió a 40ºC. 
Los datos telemétricos iniciales mostraban que aunque Laika estuviese agitada, estaba comiendo. La recepcion de datos vitales paró entre cinco y siete horas después del lanzamiento, lo que indicaba su muerte.

Sin embargo, la información que Moscú dio a conocer, decía que la perra se comportaba en calma en su vuelo espacial, y que en pocos días Laika descendería a la tierra, primero en su cápsula espacial y luego en paracaídas. El mundo confiaba en que el animal llevaba alimento suficiente y su condición era estable, por lo que muchas personas estuvieron pendientes del regreso de una Laika que en realidad había muerto hace mucho.

El Sputnik 2 no estaba preparado para regresar a la Tierra, por lo que ya se sabía que Laika no sobreviviría al viaje. Es normal si tenemos en cuenta que todo se hizo en cuatro semanas. Los científicos  planearon sacrificarla con comida envenenada, que Laika consumiría después de diez días. Sin embargo, la suerte del animal no fue la que se le había planeado. Durante años, la Unión Soviética dio explicaciones contradictorias sobre la muerte de Laika, diciendo a veces que la perra había muerto por asfixia cuando las baterías fallaron, o que había recibido eutanasia conforme a los planes originales. En 1999, fuentes rusas aseguraron que Laika sobrevivió por lo menos cuatro días, y después murió por el sobrecalentamiento de la nave. En octubre de 2002, un científico que participó en el lanzamiento del Sputnik 2, reveló que Laika había muerto entre cinco y siete horas después del despegue, debido al estrés y sobrecalentamiento.


Después de Laika, ninguna otra misión con perros como pasajeros fue lanzada sin que existiese un sistema para el retorno seguro del animal.
La deliberada muerte de Laika desencadenó un debate mundial sobre el maltrato a los animales y los avances científicos a costa de pruebas con animales. Aunque varios animales ya habían perecido en misiones de los Estados Unidos en los nueve años previos al Sputnik 2, Laika fue el primer animal enviado al espacio sin esperanzas de ser recuperado. En el Reino Unido, la Liga Nacional de Defensa Canina pidió que los dueños de perros guardaran un minuto de silencio en honor a Laika. 
El viaje de Laika la convirtió en uno de los perros más famosos del mundo. En su honor se puso su estatua en Moscú.



















Y si hacemos caso a la historia tendremos que pensar 
que en la Tierra hay una perra menos y una estrella más

miércoles, 1 de junio de 2011

Antes que la tradición está la razón


TOROS: LA TORTURA NO ES ARTE NI CULTURA 
Lo que son realmente las corridas de toros.
Las corridas de toros no son más que un espectáculo público de la tortura sangrienta y prolonganda de un animal capaz de sentir dolor al igual que nosotros. Antes de salir a la arena ( aparte de dejarlo sin comer y beber durante días) se encierra al toro en un cajón oscuro para aterrorizarlo.
Al soltarlo, antes de que llegue a la arena, le clavan el primer arpón.
No entiendo qué diversión tiene ver morir a un animal que previamente ha sido maltratado para debilitarlo, claramente no está en igualdad de condiciones.
Es un animal aterrorizado que busca salir de allí desesperadamente.
El picador le clava la pica en el cuello. Una pica con una punta afilada de 14 cm que le producen al toro un dolor intensísimo. Algunos picadores incluso llegan a perforale el pulmón.
Después de esto, de dejarlo desangrándose lentamente, el torero demuestra su ''valor'' dándole pases de muleta, agotándolo por el esfuerzo y la pérdida de sangre.
El toro es un animal miope, daltónico, torpe e ingenuo que embiste al trapo rojo que agitan delante de él, creyéndole culpable de su dolor, de su sufrimiento. Me parece patético que nos aprovechemos de esta manera de este animal, que no nos ha hecho ningún mal. Que lo criemos únicamente para torturarlo hasta morir.
Los banderilleros le clavan las banderillas en el cuello. A cada movimiento del toro, las banderillas se mueven, desgarrando aún más la carne y profundizando en la herida. Esto le obliga a agachar la cabeza, que es lo que el torero pretende ( al llegar a la arena el toro trae la cabeza alta y de esta forma el torero no llegaría a clavarle la espada ).
La espada se trata de clavarla cerca de las vértebras para herile el corazón. Esto es lo que teóricamente debería hacerse, pero en la mayoría de los casos no es así. Lo más normal es que la espada sólo acierte en los pulmones y el toro agonice lentamente vomitando sangre. Finalmente se le da la puntilla para seccionar la médula espinal. Si la médula no es seccionada sino sólo dañada, el toro no está muerto, sino paralizado y es arrastrado vivo y consciente.
Aún cortándole la médula la cabeza del toro sigue viva unos minutos y siente el dolor al cortarle las orejas.
Y esto ¿ os divierte ? ¿ os divierte ver la tortura de un animal ?
Hay mucha gente que dice que los toros no sienten, que sólo son animales, que el toro ha vivido unos años en un campo como un rey. Sinceramente, no hay ninguna excusa que justifique este sadismo que se comete con los toros, no hay excusa que justifique que matemos animales solo por diversión. Ningún ser vivo ha nacido para ser maltratado por otro.
Dicen que España es un país retrasado, y la verdad no me extraña que lo digan. Viendo lo que hacemos los españoles con los animales. Resulta patético, vergonzoso que una tortura de un animal sea el símbolo, la cultura, la tradición de España...es verdaderamente vergonzoso.


Hay pocas cosas que podemos cambiar en la vida y esta es una de ellas: dejar de asistir a esta representación de tortura animal. Si no hay demanda no hay oferta.





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Llamar cultura al sadismo organizado
a la violencia, a la muerte o al dolor
es un insulto a la propia inteligencia
al desarrollo de nuestra evolución.
Tu indiferencia les hace poderosos
manifiesta tu repulsa a la fiesta criminal
no colabores con un juego de dementes
taurinos al código penal.